Ahora que empieza el frío (ya tocaba), empezamos con los complementos: gorros, bufandas, pañuelos, guantes... Nos ponemos tantas cosas que cuando llegamos a los sitios y empezamos a quitar se nos hace la hora de volver.
Y mi peque no iba a ser menos. Buscando entre toda su ropa del invierno pasado, nació en enero así que imaginar el tamaño de la ropa de entonces, encontré un gorrito de lana precioso que le viene más que pequeño, enano, pero se lo puse igual. Nada más puesto me recordó a Doraemon y su casco volador...
Así que era el momento de desempolvar mis telares circulares y preparar a mi enana para el frío. Podría considerar como "reciclaje" este proyecto, jeje, ya que he rapiñado las lanas que me quedan por casa de otras veces, y os aseguro que no son pocas.
Algo sencillo y rápido, que el frío aprieta...
MATERIALES
- telar circular de 19 postes
- lana (en mi caso no sé ni cuanta ni qué medida, gordita más bien)
- ganchito
- aguja lanera
- tijeras
- cinta métrica
Montamos los puntos en todos los postes. Para ello, primero hacemos un nudo corredizo y lo fijamos al primer poste. A partir del segundo, rodeamos el poste dos veces con la lana y, con la ayuda del ganchito, pasamos el punto que nos queda debajo por encima del otro. Ya tenemos dos puntos montados y es cuestión de repetir hasta el último.
Una vez terminamos de montar los puntos, la primera vuelta la haremos a punto derecho, o sea, rodeamos el poste y pasamos el punto de abajo por el de encima, como cuando los montamos. La verdad es que este punto es el más sencillo y, una vez le pillas el truco, se hace muy, muy rápido.
La segunda vuelta va en punto revés. Pasamos el hilo por delante del poste, metemos el ganchito por dentro del que ya había y recogemos el hilo, creando un bucle. Sacamos el punto anterior del poste, nos debe quedar vacío, y montamos otro con el bucle que hicimos antes. Es más complicado que el anterior, y no sé si me explico bien, pero tampoco tiene mucho secreto. Por si acaso, os dejo un link de dónde encontrar este punto aquí.
Ok! Ya tenemos dos vueltas. Ahora es cuestión de ir alternando una vuelta a punto derecho y otra a revés durante unas 8 vueltas, o unos 4,5 cm +/-. Así formaremos la base de nuestro gorro.
El resto del gorro, si no se cambia de color, para delante con el punto derecho hasta tener unos 10 cm más. Si se cambia, cuando más os guste, cortáis la lana al finalizar una vuelta, dejando un hilito largo y en el siguiente poste añadís el nuevo color con un nudo corredizo, anudáis las dos hebras de diferente color para asegurarlas y seguís adelante con el punto derecho.
Cuando ya tenemos el largo que queremos, que aconsejo no os emocionéis tejiendo que es un gorro, no una butifarra, hay que cerrar la parte de arriba. Para ello, dejamos una hebra laaaaarga de lana y cortamos. Enhebramos en la aguja lanera y vamos sacando los puntos de los postes, pasando la aguja por cada uno de ellos. Una vez todos los puntos están fuera de los postes, tiramos de la hebra y apretamos, le damos la vuelta al gorro y cosemos la punta con un par o tres de puntos haciendo una cruz, para que no se abra más adelante con el uso.
¡¡¡Y ya tenemos nuestro gorrito!!! Podéis añadirle un pompón, unas orejitas, una trenza, unas cintas.... vamos, lo que queráis. O dejarlo tal cual, que ha sido mi caso.
Y sí, ya sé que estaréis esperando la foto de la modelo, que sería lo suyo, pero no ha habido manera de hacerle una foto a la muy petarda con el gorro puesto. Era ponérselo y darse el tirón. Solo puedo prometer que, si se deja, más adelante os cuelgue una foto de ella con el gorro, por el momento mas no puedo hacer.
Y esto es todo por hoy. Espero lo disfrutéis y lo entendáis, sobre todo, que siempre me han dicho que me explico muy mal.
Nos leemos la semana que viene si todo va bien.
Compartamos y disfrutemos juntos.
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